El Voivodato de Opole cuenta con una superficie de 9412 km², lo que le convierte en el voivodato más pequeño de Polonia. Se encuentra en el suroeste de Polonia, entre las Voivodías de Dolnośląskie (Baja Silesia) y Śląskie (Silesia); y limita con República Checa y con los vecinos de los Voivodatos de Łódź y Gran Polonia. Es importante destacar que la mayor parte de la provincia está situada en la llanura de Silesia, denominada Śląsk Opolski.
La capital de la provincia es Opole, una de las ciudades polacas más antiguas, conocida por su gran diversidad cultural y largo recorrido histórico.
Esta región goza de un patrimonio multicultural y multiplicidad étnica inmensa puesto que estuvo bajo el dominio de los Piastras, los reyes de Bohemia, Prusia, Alemania y los Habsburgo austriacos. No es casualidad que los habitantes de esta región se llamen a sí mismos polacos, silesianos y alemanes.
El patrimonio de Opole consta de una gran riqueza arquitectónica, cultura popular y naturaleza. Si hablamos de sus tesoros materiales, debemos mencionar sus preciados palacios barrocos rodeados de parques, jardines, granjas o estanques de animales; sus castillos fortificados medievales; las íntimas y modestas casas señoriales del siglo XIX; las iglesias o capillas; y por último los monumentos.
Hoy en día, los castillos y palacios son el reclamo turístico más preciado de la región, famosos también por los eventos culturales que se realizan en sus instalaciones. Hay más de 200 de ellos, incluyendo complejos de museos y hoteles con estilo.
A modo de recomendación, destacamos los siguientes itinerarios culturales: Ruta de los Castillos y Palacios de Opole, Edificios Sagrados de Madera y Ruta de las Brujas.
Definitivamente merece la pena visitar la ciudad Opole para ver la Catedral gótica de la Santa Cruz, la Iglesia franciscana, fragmentos de muros y torres góticas y el complejo de coloridas viviendas en el mercado. Estas últimas reflejan su imagen en las aguas de Młynówka, creando un lugar especial conocido como Venecia de Opole.
Los amantes del descanso en plena naturaleza también se sentirán acogidos en Opole gracias a la variedad paisajística: pintorescas colinas, ríos, lagos, parques e incluso dunas de arena. Los lagos más hermosos y que no pueden faltar en tu visita son los de Nyskie, Otmuchowskie y Turawskie, ideales para aquellos que quieran bañarse y para entusiastas de los deportes acuáticos.
También, hay numerosos senderos turísticos adaptados para realizar senderismo, ciclismo e incluso paseos a caballo. No importa si eres principiante, porque hay numerosos centros ecuestres donde aprender y mejorar tus habilidades. Además, los clubes de equitación también organizan competiciones deportivas, que son una atracción incluso para los no jinetes.
Por último, si hablamos de cultura, Opole también es conocido por el Festival Nacional de la Canción de Polonia, un acontecimiento único.
